En un estudio sobre transformación tecnológica realizado por Mckinsey (que te dejo aquí), reveló que el 70% de las empresas entrevistadas incrementaron sus ingresos gracias a la implementación decanales digitales, mientras que 76% mencionaron que redujeron costos, derivado de la automatización de procesos.
Si la transformación tecnológica puede alcanzar beneficios tan atractivos, ¿por qué hay organizaciones y tomadores de decisión que aún tiene dudas sobre avanzar o no hacia la “carrera digital”?
Y aun cuando no hay una única respuesta para ello, me atrevo a decir que posiblemente se debe al desconocimiento o incertidumbre sobre la consecución de beneficios tangibles, que indiquen el éxito de una transformación.
Es decir, es posible que no se esté seguro o no se perciban garantías (ante la inversión realizada) sobre el éxito de una transformación tecnológica… en pocas palabras, quizá no se sienta que “no sirva para nada”.
Y lo digo así tan claro como es, porque ante una transformación (tecnológica), existen muchos factores que hacen que ésta no resulte como se espera; que no cumpla las expectativas de los tomadores de decisión o simplemente no arroje los beneficios que se pensaban.
Los factores que pueden hacer que una transformación no se distinga como exitosa pueden ser muchos y muy variados, pero a través de la experiencia, hemos encontrado 4 factores (como común denominador) que provocan que una iniciativa digital) en la que en ocasiones se pone en juego la estrategia de la organización), hacen que ésta fracase:
1. Alcance limitado
No existen atajos, fórmulas secretas ni “baritas mágicas” que, con sólo desear una transformación, ésta lleve a cabo.
Toda transformación requiere voluntad y acción, pero más importante, un reconocimiento en que ésta (la transformación), debe llegar a todos los rincones de la empresa.
Es decir, no puede conceptualizarse la implementación de una operación automática y ágil sin estar dispuest@ a implementar (de la mano) los ajustes, controles y lineamientos operativos a los que la propia organización deba sujetarse.
La tecnología es la que habilita, controla y custodia los procesos de una operación ordenada. Es importante que la organización esté dispuesta a adoptarla para que verdaderamente se puedan alcanzar lo beneficios esperados de agilidad y reducción de costos.
Parece simple, pero cuando todo es manual, todo es posible (y caótico). La organización debe estar dispuesta (con el equilibrio correcto entre control y flexibilidad, de una tecnología moderna y adaptable) alinear y expandir el alcance de la transformación hacia todos los rincones de la organización.
2. Poco patrocinio
Hoy más que nunca, nuestras expectativas (y me sumo a esta declaración) están por las nubes. Queremos productos y servicios “habilitables” y accionables con sólo unos clicks. Y ¿por qué no? si hoy todo lo que nos rodea es casi instantáneo.
En estos tiempos digitales, todo debe ser ágil, simple y efectivo. En los servicios financieros, todos buscamos lo mismo. Sin embargo, cuando se es tomador de decisión en una entidad financiera, “one needs to walk the walk” como dicen los americanos (“se debe caminar el camino”).
Es necesario definir, establecer y alinear hacia dónde se quiere caminar para identificar la ruta más rápida. En “nuestro andar digital”, nos hemos encontrado con muchas organizaciones cuyo objetivo es incrementar su cartera al doble o más, y esperan que sólo con algunas herramientas tecnológicas, eso va a ocurrir de manera instantánea.
La realidad es que no puede ser así. La tecnología es un habilitador que efectivamente puede permitir llegar a más personas de una manera más ágil y económica, pero es necesario ajustar la estrategia con productos correctos, para el canal correcto, dirigidos a los clientes correctos y sustentados por procesos correctamente alineados para que estos sean automáticos, ágiles y controlados. Sólo así, será posible alcanzar el objetivo de incrementar la cartera al doble o más.
Sin patrocinio correcto, la tecnología por sí sola carecerá del potencial necesario para alcanzar las expectativas y beneficios planteados.
Querido lector, hasta aquí la primera parte de este artículo. Voy a hacer una pausa en para retomar los siguientes 2 factores del por qué una transformación tecnológica fracasa.
Mientras tanto, por favor regálame tus comentarios.
G.
Si te gustó el contenido y lo hallaste interesante, no te olvides de compartirlo y suscribirte al blog de #SeamosFintech para mantenerte informado de nuestras publicaciones.
Te invito a descargar nuestra publicación “Transformación digital en Entidades Financieras” aquí y a probar tu nivel de madurez digital con un Test aquí.
Por Gustavo Solorio, Co-Fundador de Croop.
Comments